No, la menopausia no puede prevenirse ni evitarse.¹

La menopausia, al tratarse de un proceso natural de envejecimiento, ocurre cuando los ovarios de una mujer dejan de producir las hormonas que controlan la menstruación, es decir, estrógeno y progesterona. De este modo, el cuerpo deja de liberar los óvulos mes con mes.¹

La menopausia puede diagnosticarse clínicamente en una mujer mayor de 40 años, con 12 meses o más de amenorrea (ausencia de menstruación) sin otra causa que la explique. No se requieren pruebas adicionales para establecer el diagnóstico, ni solicitar estudios de laboratorio.²

En términos generales, todo lo que hagas para mantener un buen estado físico te ayudará a mantenerte sana durante esta etapa de la vida. Por ello, es muy recomendable:²

• Llevar una alimentación saludable, con bajo contenido de grasas y azúcares añadidos, e incluir muchas frutas, verduras y cereales integrales.
• Realizar actividad física la mayoría de los días de la semana durante al menos 60 minutos.
• Evitar el estrés.
• Realizarte chequeos médicos de manera regular.

La menopausia se asocia con un mayor riesgo de tener otros problemas de salud, pero los riesgos se pueden minimizar si se toman las precauciones adecuadas recomendadas por el médico.²

Dentro de las enfermedades más comúnmente asociadas con la menopausia se encuentran:²

• Osteoporosis: Es una enfermedad caracterizada por un debilitamiento del hueso y la pérdida de densidad ósea. Esta se puede prevenir mediante la práctica regular de ejercicios con pesas, el consumo de calcio y vitamina D. Algunas fuentes de calcio incluyen productos lácteos semidescremados, verduras de hojas verde oscuro (brócoli, espinacas, coles y hojas de nabo), sardinas, salmón, soya, tofu y alimentos fortificados con calcio (jugo de naranja, cereales y panes).
• Enfermedades cardíacas: pueden agravarse o presentarse debido a la pérdida de estrógenos. Las mujeres que tienen presión arterial alta, colesterol alto, sobrepeso, obesidad o antecedentes familiares de enfermedades cardíacas tienen mayor riesgo de tener problemas cardiacos.
• Trastornos del piso pélvico: es el debilitamiento de los tejidos de sostén en la cavidad pélvica que provoca que los órganos internos puedan “caer”. Como resultado, el útero, la vejiga o las paredes de la vagina pueden salir por la abertura vaginal. El prolapso y otros trastornos del piso pélvico pueden ser el resultado de la falta de estrógeno en la menopausia.

La terapia hormonal en la menopausia (THM), anteriormente conocida como terapia de reemplazo hormonal, es la forma en la que se le denomina a las diversas combinaciones de hormonas disponibles en distintas dosis y presentaciones (tabletas, cápsulas, parches y geles).³

Por lo general, algunas mujeres requieren de este tipo de terapia para aliviar los síntomas de la menopausia, como bochornos, sudores nocturnos, sequedad vaginal y cambios de humor. El médico es el indicado para determinar quién es una candidata para la terapia hormonal, así como definir cuál es la dosis correcta y presentación más adecuada para tratar los síntomas de cada mujer.³

La THM puede aliviar los bochornos, los sudores nocturnos, la sequedad vaginal y los cambios de humor. También puede ayudar a prevenir la pérdida de masa ósea, mejorar los niveles de colesterol y disminuir las probabilidades de desarrollar cáncer de colon o recto. Sin embargo, al igual que cualquier tratamiento, la terapia hormonal tiene algunos efectos secundarios, que pueden incluir: sensibilidad en las mamas, cólicos, entre otros.³

Los factores que deben de tenerse en cuenta antes de iniciar el tratamiento incluyen la gravedad de los síntomas, y el riesgo subyacente de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y tromboembolismo venoso.⁴ Por ello, las mujeres deben consultar a sus médicos para decidir si la terapia hormonal es adecuada para ellas y, en caso de que se evalúe que el beneficio es mayor al riesgo, el médico podría modificar la vía de administración o la dosis del tratamiento para disminuirlos.³

Algunas mujeres utilizan suplementos alimenticios u otros remedios alternativos para aliviar los síntomas de la menopausia. Sin embargo, es importante tener en cuenta que tanto el uso de suplementos alimenticios como los medicamentos deben ser debidamente orientados por el médico para la alternativa que mejor se apegue a cada necesidad. También, es importante tener en cuenta que los suplementos no están debidamente regulados como los medicamentos de venta bajo receta médica.³

Algunos suplementos alimenticios contienen fitoestrógenos que son sustancias similares a los estrógenos que se encuentran en algunas verduras, leguminosas (como la soya), hierbas y cereales, y que pueden aliviar algunos síntomas de la menopausia.3 Sin embargo, algunos estudios muestran resultados contradictorios.⁵

Por otro lado, la Cimicifuga racemosa, es una planta que puede ayudar a aliviar la frecuencia e intensidad de los síntomas de la menopausia, principalmente los bochornos y sudores nocturnos, observándose también una mejoría en los síntomas psicológicos y en la calidad de vida.⁶ Actualmente existen en el mercado productos farmacéuticos a base de extractos de Cimicifuga racemosa.