Introducción

La menopausia es una fase natural en la vida de una mujer, que generalmente ocurre entre los 45 y los 55 años, y marca el fin de los años reproductivos. Si bien es un proceso natural, a menudo se asocia con una variedad de síntomas desagradables, que incluyen bochornos, sudores nocturnos, cambios de humor, aumento de la ansiedad, confusión mental, disminución de la libido y sequedad vaginal, así como trastornos del sueño.

La terapia de reemplazo hormonal (TRH) ha sido tradicionalmente el tratamiento principal para los síntomas de la menopausia, y sigue siendo la más efectiva. Sin embargo, algunas mujeres tienen contraindicaciones para la TRH, lo que las lleva a buscar alternativas no hormonales.

En este artículo revisamos las diversas opciones no hormonales y naturales disponibles para el manejo de los síntomas de la menopausia.1

Menopausia sin hormonas ¿Qué dice la ciencia al respecto?

Atributo alt: La evidencia sugiere buenos beneficios sobre las terapias no hormonales.

La terapia hormonal ha sido considerada el tratamiento principal. Sin embargo, no todas las mujeres la pueden recibir. Por eso, muchas mujeres recurren a terapias complementarias (como la aromaterapia, el yoga, los masajes o la acupuntura), entre otras alternativas, así como remedios herbolarios o suplementos alimenticios, para aliviar estos síntomas, investigaciones recientes encontraron que estas prácticas pueden mejorar el estado emocional de las mujeres durante esta etapa. 1

¿Cuáles son las terapias complementarias disponibles?

Existen diferentes modalidades de terapia como alternativas no hormonales

Productos de origen natural

Muchas mujeres a menudo prefieren aliviar los síntomas de la menopausia con productos herbolarios en lugar de medicamentos convencionales, gracias a su efectividad y menores efectos adversos. Entre los productos más estudiados se encuentran la Cimicifuga racemosa, la Hierba de San Juan, productos derivados de la soya, entre otros (tabla 1).1-3

SustanciaBeneficios
Cohosh Negro (Cimicifuga racemosa)Reducción consistente de síntomas menopáusicos; mejoras psicológicas significativas.
Hierba de San Juan (Hypericum perforatum)Reducción de la depresión y alivio de la sudoración y bochornos.
Isoflavonas y SojaAlivio de bochornos y sequedad vaginal en algunas mujeres.
Trébol Rojo (Trifolium pratense)Reducción de síntomas de la menopausia en general 
Aceite de Onagra (Oenothera biennis)Mejora de síntomas psicológicos
Fenogreco (Trigonella foenum-graecum)Reducción en sofocos, sudores, insomnio; mejora síntomas de depresión.

Otras terapias complementarias

  • Aromaterapia: La aromaterapia puede ofrecer alivio para algunos síntomas de la menopausia. Por ejemplo, inhalar aceite esencial de lavanda ha mostrado efectos positivos sobre los síntomas emocionales, y el uso de aceites como el de geranio en masajes puede potenciar los beneficios. También se ha observado que el aceite de neroli ayuda a reducir síntomas, mejora el deseo sexual y disminuye la presión arterial. 4
  • Yoga y ejercicio: ampliamente reconocido por su eficacia para aliviar síntomas de la menopausia. Es una práctica integral que apoya tanto la salud física como mental. Por su parte, el ejercicio físico regular, como caminar o realizar actividad aeróbica moderada, puede mejorar la salud mental, la calidad del sueño y el bienestar general. 3,4
  • Acupuntura: Se ha reportado un posible beneficio para aliviar bochornos y otros síntomas de la menopausia. Sin embargo, se necesitan más estudios al respecto. 3,4
  • Mindfulness y meditación: La meditación regular puede ser una herramienta útil para afrontar los cambios emocionales y físicos de la menopausia. 3

Este conjunto de terapias alternativas puede complementar otros tratamientos médicos, pero su efectividad varía y siempre es recomendable consultar con profesionales de la salud antes de iniciar cualquiera de estas prácticas.

Manejo de los síntomas genitourinarios no hormonales

Los síntomas vaginales como la sequedad y la dispareunia (dolor o incomodidad al tener relaciones sexuales) son comunes en la menopausia. Existen opciones no hormonales para su manejo: 3

  • Lubricantes: Reducen la fricción durante la actividad sexual. Disponibles en formulaciones a base de agua, silicona y aceite vegetal. Los de silicona son más duraderos y pueden ser más efectivos para reducir el dolor y la incomodidad durante las relaciones sexuales, especialmente en sobrevivientes de cáncer de mama. 3
  • Lidocaína tópica: Una solución acuosa de lidocaína al 4% aplicada antes de la penetración vaginal puede reducir significativamente el dolor durante el coito en mujeres con dispareunia severa. 3

Conclusión

Aunque la menopausia es una etapa natural de la vida, los síntomas que la acompañan pueden afectar significativamente la calidad de vida de muchas mujeres. Afortunadamente, hoy en día existe una amplia variedad de alternativas no hormonales que pueden ayudar a aliviar estos síntomas, desde terapias naturales como medicamentos herbolarios, hasta prácticas cuerpo-mente como el yoga, la meditación o la acupuntura. Estas opciones, en muchos casos, han demostrado beneficios psicológicos, emocionales y físicos, mejorando el bienestar general durante esta transición.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas las alternativas funcionan igual para todas las mujeres, y que algunas pueden presentar riesgos, interacciones o limitaciones. Por esta razón, antes de iniciar cualquier tratamiento, incluso si es natural o complementario, siempre es fundamental consultar con un médico. Un profesional de la salud puede evaluar cada caso de forma individual, identificar posibles contraindicaciones y guiar la elección del tratamiento más adecuado según las necesidades y condiciones de cada persona. La información es una gran herramienta, pero la orientación médica es esencial para tomar decisiones seguras y efectivas.

Referencias

  1. Mehrnoush V, Darsareh F, Roozbeh N, Ziraeie A. Efficacy of the Complementary and Alternative Therapies for the Management of Psychological Symptoms of Menopause: A Systematic Review of Randomized Controlled Trials. J Menopausal Med. 2021 Dec;27(3):115-131. doi: 10.6118/jmm.21022. PMID: 34989185; PMCID: PMC8738851.
  2. Kenda M, Glavač NK, Nagy M, Sollner Dolenc M, On Behalf Of The Oemonom. Herbal Products Used in Menopause and for Gynecological Disorders. Molecules. 2021 Dec 8;26(24):7421. doi: 10.3390/molecules26247421. PMID: 34946512; PMCID: PMC8708702.
  3. Al Wattar BH, Talaulikar V. Non-oestrogen-based and complementary therapies for menopause. Best Pract Res Clin Endocrinol Metab. 2024 Jan;38(1):101819. doi: 10.1016/j.beem.2023.101819. Epub 2023 Aug 25. PMID: 37659918.
  4. Aarshageetha P, Janci PRR, Tharani ND. Role of Alternate Therapies to Improve the Quality of Life in Menopausal Women: A Systematic Review. J Midlife Health. 2023 Jul-Sep;14(3):153-158. doi: 10.4103/jmh.jmh_222_22. Epub 2023 Dec 30. PMID: 38312763; PMCID: PMC10836436.

La menopausia es un fenómeno importante en la vida de las mujeres y está asociado con la transición a una nueva etapa tras la pérdida de la fertilidad.1

La disminución de las hormonas femeninas estrógeno y progesterona provoca diferentes síntomas asociados a la menopausia, como bochornos, palpitaciones, dolor de cabeza, confusión, fatiga y cambios del estado de ánimo.1,2 Sin embargo, estos no son los únicos desafíos que enfrentan las mujeres durante esta etapa.

Uno de los problemas más comunes en la menopausia y que están estrechamente relacionados con las fluctuaciones hormonales, son los trastornos del sueño

Uno de los problemas más comunes en la menopausia son los trastornos del sueño, los cuales están estrechamente relacionados con las fluctuaciones hormonales.1

Los mecanismos por los cuales estas variaciones hormonales provocan problemas del sueño cada vez son más claros y en esta nota te los explicamos.

¿Qué tan frecuentes son los trastornos del sueño en la menopausia?

Según estudios recientes, alrededor de 6 de cada 10 mujeres experimentan trastornos del sueño durante la menopausia,3 los cuales suelen persistir durante el resto de su vida.4

Durante la menopausia, la calidad del sueño de las mujeres se ve afectada de diferentes maneras:

  • Necesitan 30 minutos para conciliar el sueño, en promedio.4
  • Cerca de la mitad de ellas reportan trastornos de sueño, siendo el exceso de peso un factor importante.1
  • Existe una mayor probabilidad de padecer insomnio de inicio del sueño.3,4
  • El riesgo de desarrollar apnea obstructiva del sueño aumenta de forma significativa.4

Estos efectos suelen ser más pronunciados en mujeres entre los 45 y 54 años de edad.3

Hormonas y sus efectos en los hábitos de sueño y la calidad de vida

Es importante recordar que la forma en la que se experimentan los síntomas varían de una mujer a otra. Hay mujeres que experimentan síntomas cuya intensidad es muy fácil de sobrellevar, mientras que otras requieren tratamiento para disminuir el impacto que éstos producen en la calidad de vida.5

Las hormonas sexuales femeninas experimentan fuertes fluctuaciones y disminución durante la menopausia, lo cual explica en buena medida por qué los trastornos del sueño se presentan con frecuencia durante esta etapa.6

Según datos recientes, la disminución de los niveles de estrógenos durante la menopausia pueden tener efectos directos en el cerebro, provocando:2

  • Menor capacidad de saciedad y mayor ingesta de alimentos.
  • Falta de sincronización de los relojes centrales y periféricos que regulan el sueño.

Alrededor de 3 de cada 4 mujeres experimentan síntomas vasomotores (incluidos bochornos y sudores nocturnos),2 los cuales suelen alterar la calidad del sueño.3

A su vez, los trastornos del sueño en la menopausia pueden deteriorar de manera importante la calidad de vida, e inclusive pueden conducir a condiciones físicas y psicológicas como:4

  • Enfermedades cardiovasculares
  • Diabetes
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Uso excesivo de medicamentos para dormir

Los cambios en los niveles de hormonas sexuales también juegan un papel clave en los problemas de memoria durante la transición a la menopausia, el estado de ánimo y la ansiedad.2

Con esto se comprueba que existe sí una estrecha relación entre la menopausia, el sueño y la salud mental.3

Recomendaciones y conclusiones

Toda mujer que llega a la mediana edad experimentará la menopausia y existe una alta probabilidad de que muchas de ellas transiten los molestos síntomas asociados con la deficiencia de estrógenos.2

Las alternativas no hormonales para ayudar a manejar los síntomas de la menopausia incluyen:2

  • Modificaciones en el estilo de vida y la dieta
  • Medicamentos no hormonales
  • Terapias conductuales

No obstante, el tratamiento con estrógenos sigue siendo la terapia más efectiva para aliviar los síntomas de las mujeres postmenopáusicas.2

Como hemos visto, en esta etapa existe un mayor riesgo de desarrollar trastornos del sueño, por lo cual, las mujeres que experimentan la transición hacia la menopausia deben ser monitoreadas estrechamente por su médico para que se puedan aplicar en ellas intervenciones tempranas.3

Referencias

  1. Ahmady F, Niknami M, Khalesi ZB. Quality of sleep in women with menopause and its related factors. Sleep Sci 2022;15(Spec 1):209-14.
  2. Davis SR, Baber RJ. Treating menopause – MHT and beyond. Nat Rev Endocrinol 2022;18(8):490-502.
  3. Lee DY, Andreescu C, Aizenstein H, Karim H, Mizuno A, Kolobaric A, et al. Impact of symptomatic menopausal transition on the occurrence of depression, anxiety, and sleep disorders: A real-world multi-site study. Eur Psychiatry 2023;66(1):e80.
  4. Zolfaghari S, Yao C, Thompson C, Gosselin N, Desautels A, Dang-Vu TT, et al. Effects of menopause on sleep quality and sleep disorders: Canadian Longitudinal Study on Aging. Menopause 2020;27(3):295-304.
  5. Reséndiz-Oviedo MG, Sánchez-Rodríguez MA. Relación entre la ansiedad, depresión e insomnio con la calidad de vida en mujeres adultas en proceso de envejecimiento reproductivo. Una revisión sistemática. CyRS 2022;4(1):39-56.
  6. Morssinkhof MWL, van Wylick DW, Priester-Vink S, van der Werf YD, den Heijer M, van den Heuvel OA, et al. Associations between sex hormones, sleep problems and depression: A systematic review. Neurosci Biobehav Rev 2020;118:669-80.

La menopausia es una etapa natural en la vida de toda mujer, marcada por cambios hormonales que pueden afectar diferentes aspectos de la salud. Entre estos, la salud cardiovascular ocupa un lugar crucial, ya que la disminución de estrógenos puede influir en el riesgo de enfermedades del corazón. Durante esta transición, es común que aumenten factores como la presión arterial, el colesterol y la acumulación de grasa abdominal, los cuales pueden contribuir al desarrollo de afecciones cardiovasculares.1

En este artículo, exploramos la relación entre la menopausia y la salud del corazón, los cambios fisiológicos que ocurren en esta etapa y las estrategias para mantener un sistema cardiovascular saludable. Comprender cómo el cuerpo se adapta a esta transición es clave para adoptar medidas preventivas y garantizar una mejor calidad de vida a largo plazo.

Cambios cardiometabólicos en la menopausia

El estrógeno es clave para mantener los vasos sanguíneos saludables, ya que ayuda a producir óxido nítrico, una sustancia que los relaja y mejora la circulación. Este proceso se ve afectado cuando los niveles de estrógeno disminuyen durante la menopausia. Además, los estrógenos tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, por lo que su disminución genera más estrés oxidativo e inflamación, lo que puede dañar los vasos y aumentar el riesgo de enfermedades del corazón.1

Envejecimiento vascular

El envejecimiento vascular es el endurecimiento progresivo de las arterias y la pérdida de su capacidad para dilatarse. Con la llegada de la menopausia, el envejecimiento vascular se acelera, a diferencia de la pérdida gradual de función vascular que ocurre con la edad. Tanto el envejecimiento vascular como la disfunción endotelial aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares en la menopausia, favoreciendo el desarrollo de hipertensión y aterosclerosis.1,2 

Cambios en el perfil de grasas

Los cambios en el perfil lipídico de las mujeres comienzan alrededor de los años de la perimenopausia, con un aumento en el colesterol total (CT), el colesterol LDL y los triglicéridos. Esto demuestra que la transición a la menopausia está asociada con un perfil lipídico desfavorable. Se ha observado que el CT y el LDL aumentan en el año alrededor de la última menstruación, sin importar la edad en la que ocurra. Estos cambios están relacionados con la disfunción endotelial y el desarrollo de aterosclerosis. Además, el aumento del LDL durante la perimenopausia se ha vinculado con la formación de placas en los vasos sanguíneos después de la menopausia. Estos cambios son diferentes de los que ocurren de manera gradual con el envejecimiento normal.1

Resistencia a la insulina y síndrome metabólico

Con la llegada de la menopausia, aumenta la resistencia a la insulina, lo que puede predisponer a las mujeres de mediana edad a desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Aunque los cambios en la insulina y el azúcar en sangre están más relacionados con el envejecimiento que con la transición menopáusica en sí, la transición menopáusica se ha vinculado con un mayor riesgo de síndrome metabólico, el cual incluye resistencia a la insulina, acumulación de grasa abdominal y alteraciones en los lípidos. Estudios han demostrado que este síndrome progresa más rápido en los años previos y durante la perimenopausia, en comparación con la postmenopausia.2

Riesgo de enfermedad cardiovascular en la menopausia

Cambios fisiológicos de la menopausia pueden aumentar el riesgo de enfermedad cardiaca

Los cambios fisiológicos asociados con la transición menopáusica (incluyendo modificaciones en los niveles hormonales, la distribución de la grasa corporal, los niveles de lípidos y los marcadores de salud vascular) contribuyen en gran medida y probablemente aceleran la progresión de la aterosclerosis en las mujeres, que es una condición que se caracteriza por la deposición de grasas en las arterias.3

La edad en el comienzo de la menopausia también puede ser un factor importante pues algunos estudios sugieren que una menopausia temprana (antes de los 45 años) tienen un riesgo significativamente mayor de enfermedad de las arterias coronaria (vasos sanguíneos que nutren al corazón) y muerte por esta causa en comparación con mujeres cuya menopausia ocurrió a los 45 años o más.4

Aunque la menopausia no se asocia directamente con aumentos en la presión arterial, la insulina o la glucosa, sí se ha relacionado con un mayor riesgo de síndrome metabólico, especialmente en la perimenopausia. Factores de riesgo asociados a la menopausia como lo son el envejecimiento vascular, cambios en el perfil de lípidos pueden estar implicados en el aumento del riesgo en esta transición. Estudios de imágenes vasculares han demostrado que la menopausia también está vinculada con un aumento en la aterosclerosis carotídea y en la rigidez arterial, lo que indica un impacto negativo en la salud cardiovascular más allá del envejecimiento normal.1,4

Estrategias para la reducción del riesgo cardiovascular en la menopausia

Un estilo de vida saludable en la menopausia reduce el riesgo cardiovascular

Cambios en el estilo de vida

Las recomendaciones actuales para prevenir enfermedades cardiovasculares (ECV) destacan la importancia de un estilo de vida saludable, que incluye no fumar, mantener un peso adecuado, hacer ejercicio regularmente, llevar una dieta equilibrada y dormir lo suficiente. Estudios han demostrado que en mujeres mayores de 30 años, estos hábitos reducen el riesgo de ECV y mortalidad cardiovascular. Una dieta occidental rica en lácteos, bebidas azucaradas y carne roja se asocia con mayor engrosamiento de las arterias en comparación con una dieta basada en frutas, verduras y leguminosas. La combinación de dieta y ejercicio puede ralentizar la aterosclerosis y mejorar la salud vascular en la postmenopausia.3

Terapia hormonal en la menopausia

La terapia hormonal en la menopausia (THM) es el tratamiento más eficaz para aliviar los bochornos y sudores nocturnos moderados o severos, mejorando el sueño y la calidad de vida.3

Se recomienda el uso de THM en mujeres que han pasado recientemente por la menopausia y cumplen con los criterios adecuados. La evidencia sugiere que la THM ofrece beneficios cardiovasculares cuando se inicia dentro de los primeros 10 años del inicio de la menopausia. Además, ayuda a reducir el riesgo de diabetes, mejora la resistencia a la insulina y protege contra la pérdida ósea, superando los posibles riesgos en la mayoría de los casos. Es importante que las mujeres en perimenopausia reciban asesoramiento personalizado sobre la THM y sus opciones de tratamiento, especialmente si presentan bochornos y otros síntomas molestos.4

Conclusiones

La menopausia es una etapa de cambios importantes en la salud de las mujeres, especialmente en el ámbito cardiovascular. La disminución de estrógenos influye en el riesgo de enfermedades del corazón al afectar la función de los vasos sanguíneos, la distribución de grasa corporal y el perfil de lípidos. Factores como el envejecimiento vascular, la resistencia a la insulina y el síndrome metabólico pueden contribuir al desarrollo de hipertensión, aterosclerosis y otras afecciones cardiovasculares.

Sin embargo, existen estrategias efectivas para reducir estos riesgos. Adoptar un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación equilibrada, ejercicio regular, control del peso y evitar el tabaquismo, puede tener un impacto positivo en la salud del corazón. Además, la THM puede ofrecer beneficios, especialmente si se inicia en los primeros años tras la menopausia y bajo supervisión médica.

Es fundamental que las mujeres en esta etapa reciban información y orientación personalizada para tomar decisiones informadas sobre su salud. La prevención y el manejo adecuado de los factores de riesgo pueden ayudar a mantener un corazón sano y mejorar la calidad de vida en la menopausia y más allá.

Referencias

  1. Nair AR, Pillai AJ, Nair N. Cardiovascular Changes in Menopause. Curr Cardiol Rev 2021;17(4):e230421187681.
  2. Uddenberg ER, Safwan N, Saadedine M, Hurtado MD, Faubion SS, Shufelt CL. Menopause transition and cardiovascular disease risk. Maturitas 2024;185:107974.
  3. Mehta JM, Manson JE. The menopausal transition period and cardiovascular risk. Nat Rev Cardiol 2024;21(3):203-211.
  4. El Khoudary SR, Aggarwal B, Beckie TM, Hodis HN, Johnson AE, Langer RD, Limacher MC, Manson JE, Stefanick ML, Allison MA; American Heart Association Prevention Science Committee of the Council on Epidemiology and Prevention; and Council on Cardiovascular and Stroke Nursing. Menopause Transition and Cardiovascular Disease Risk: Implications for Timing of Early Prevention: A Scientific Statement From the American Heart Association. Circulation 2020;142(25):e506-e532.

Existen diferentes alternativas naturales para el tratamiento de la menopausia

La menopausia es una etapa natural en la vida de la mujer que marca el fin de la menstruación y trae consigo una serie de cambios hormonales que pueden generar síntomas como bochornos, insomnio, cambios de humor y osteoporosis. Aunque la terapia hormonal en la menopausia es una medida principal para aliviar estos síntomas, muchas mujeres buscan alternativas naturales para manejarlos de manera efectiva y segura.1,2

En este contexto, diversas estrategias basadas en la alimentación, el ejercicio, las plantas medicinales y cambios en el estilo de vida han demostrado ser útiles para mejorar la calidad de vida durante esta etapa. Desde el consumo de fitoestrógenos (estrógenos de origen vegetal) y el uso de suplementos naturales, existen múltiples opciones que pueden ayudar a reducir las molestias sin necesidad de recurrir a tratamientos farmacológicos.2,3

En este artículo, exploramos diferentes alternativas naturales para el manejo de la menopausia, con el objetivo de brindar herramientas útiles para transitar esta fase con bienestar y equilibrio.

Soya

La soja contiene isoflavonas que actúan de forma similar al estrógeno.

La soya es el alimento más común que contiene isoflavonas, unas sustancias naturales que se encuentran en algunas plantas. Estas isoflavonas actúan en el cuerpo de manera similar al estrógeno, una hormona que influye en varios procesos, como el ciclo menstrual y la salud ósea.4

Las isoflavonas pueden imitar o bloquear la acción del estrógeno en algunas partes del cuerpo, dependiendo de la situación. Esto explica por qué se estudian por sus posibles beneficios o efectos en la salud, como en la menopausia o la salud ósea.4

Cohosh negro (Actaea racemosa L./Cimicifuga racemosa)

El cohosh negro contiene sustancias con diferentes propiedades medicinales.

Esta planta pertenece a la familia de las ranunculáceas. El rizoma de esta planta se ha utilizado con fines medicinales durante siglos.5

El cohosh negro tiene tres tipos principales de sustancias naturales que le dan sus efectos medicinales:5

  1. Compuestos fenólicos: son sustancias con propiedades antioxidantes, que pueden ayudar a reducir la inflamación. Algunos ejemplos son el ácido ferúlico, el ácido isoferúlico y derivados del ácido cafeico.
  2. Glucósidos triterpénicos: son compuestos especiales que pueden influir en el equilibrio hormonal. Entre ellos están el acteín y el 26-deoxi-acteín.
  3. Fenilpropanoides: también son compuestos naturales que contribuyen a los efectos del cohosh negro en el cuerpo.

Se cree que el extracto de cohosh negro ayuda a reducir los bochornos al interactuar con ciertos receptores del sistema nervioso central que regulan la temperatura, el estado de ánimo y el sueño. Además, también puede favorecer la actividad y el metabolismo del cerebro.2,5

Árbol casto (Vitex agnus-castus L.)

Los frutos del árbol casto contienen varios compuestos naturales que ayudan a combatir los síntomas de la menopausia.

El árbol casto (Vitex agnus-castus L.) es un arbusto de hoja caduca o un pequeño árbol de la familia de las Lamiáceas. Es originario de regiones que van desde el mediterráneo hasta el norte de la India y puede alcanzar hasta 6 metros de altura. Los frutos del árbol casto contienen varios compuestos naturales, entre ellos:5

  • Aceites esenciales.
  • Flavonoides y otros compuestos fenólicos, que tienen propiedades antioxidantes.
  • Iridoides, ketosteroides y diterpenoides, que contribuyen a sus efectos en el organismo.

Este árbol se ha utilizado tradicionalmente en la medicina herbal. En la actualidad, su extracto se usa para ayudar a aliviar los síntomas del síndrome premenstrual, como cambios de humor, hinchazón y molestias mamarias. Algunos preparados herbales de uso tradicional también se emplean para tratar síntomas leves del síndrome premenstrual.5

Trébol rojo (Trifolium pratense)

El trébol rojo contiene isoflavonas que ayudan a aliviar síntomas de la menopausia.

El trébol rojo es una planta de la familia de las leguminosas, originaria de Europa, Asia y África. Durante su floración, contiene isoflavonas, compuestos naturales que actúan de manera similar al estrógeno, ayudando a regular ciertos niveles hormonales y aliviando síntomas de la menopausia.5

Además, sus isoflavonas tienen propiedades antioxidantes y pueden influir en funciones celulares. Se considera seguro como suplemento para tratar síntomas de la menopausia si se usa correctamente.5

Onagra común (Oenothera biennis L.)

El aceite obtenido de la onagra común se usa para tratar problemas de salud femenina.

La onagra común (Oenothera biennis L.) es una planta que puede crecer entre 30 y 150 cm de altura y es originaria de América Central. El aceite de sus semillas es muy conocido, especialmente en la medicina alternativa, por sus posibles beneficios en problemas inflamatorios como la dermatitis atópica, el eczema y la artritis reumatoide. También se ha utilizado para tratar algunos problemas de salud femenina, como los síntomas del síndrome premenstrual y la menopausia.5

Muchas mujeres recurren a terapias complementarias y alternativas para aliviar estos síntomas, y el aceite de onagra es una opción popular. Hasta el momento, su uso no se ha relacionado con efectos secundarios graves, por lo que los profesionales de la salud pueden considerar su recomendación en ciertos casos.5

Conclusiones

La menopausia es una etapa natural en la vida de la mujer que puede traer síntomas incómodos, pero existen múltiples alternativas naturales para aliviarlos. Plantas como la soya, el cohosh negro, el árbol casto, el trébol rojo y la onagra común contienen compuestos que pueden ayudar a equilibrar las hormonas y reducir síntomas como los sofocos, el insomnio y los cambios de humor.

Si bien la terapia hormonal en la menopausia es una opción muy efectiva, muchas mujeres buscan enfoques más naturales. Estas alternativas, junto con una alimentación adecuada, ejercicio y técnicas de bienestar, pueden mejorar la calidad de vida durante la menopausia de manera segura. Sin embargo, es importante utilizarlas con conocimiento y, preferentemente, bajo la orientación de un profesional de la salud para garantizar su efectividad y seguridad.

Referencias:

  1. Peacock K, Carlson K, Ketvertis KM. Menopause. [Updated 2023 Dec 21]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2025 Jan-. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK507826/
  2. Aarshageetha P, Janci PRR, Tharani ND. Role of Alternate Therapies to Improve the Quality of Life in Menopausal Women: A Systematic Review. J Midlife Health. 2023 Jul-Sep;14(3):153-158. doi: 10.4103/jmh.jmh_222_22. Epub 2023 Dec 30. PMID: 38312763; PMCID: PMC10836436.
  3. Silva TR, Oppermann K, Reis FM, Spritzer PM. Nutrition in Menopausal Women: A Narrative Review. Nutrients. 2021 Jun 23;13(7):2149. doi: 10.3390/nu13072149. PMID: 34201460; PMCID: PMC8308420.
  4. “The 2023 Nonhormone Therapy Position Statement of The North American Menopause Society” Advisory Panel. The 2023 nonhormone therapy position statement of The North American Menopause Society. Menopause. 2023 Jun 1;30(6):573-590. doi: 10.1097/GME.0000000000002200. PMID: 37252752.
  5. Kenda M, Glavač NK, Nagy M, Sollner Dolenc M, On Behalf Of The Oemonom. Herbal Products Used in Menopause and for Gynecological Disorders. Molecules. 2021 Dec 8;26(24):7421. doi: 10.3390/molecules26247421. PMID: 34946512; PMCID: PMC8708702.

La menopausia es un proceso natural en la vida de las mujeres que marca el fin de la etapa reproductiva. Sin embargo, más allá de los síntomas físicos comúnmente conocidos como los sofocos, sudoración nocturna y cambios hormonales, la menopausia también trae consigo un impacto importante en la salud mental y emocional.1

La transición a la menopausia puede traer consigo cambios psicológicos negativos.

En este artículo, exploramos la conexión entre el estrés y la menopausia, y cómo las mujeres pueden gestionar los cambios psíquicos que enfrentan durante esta etapa.

Cambios hormonales y su impacto en la mente

Durante la menopausia, los niveles de estrógeno y progesterona, dos hormonas clave en el cuerpo femenino, disminuyen drásticamente.2

La menopausia está asociada a diferentes trastornos psicológicos y cognitivos.

Estas hormonas no solo regulan funciones reproductivas, sino que también afectan el cerebro y los neurotransmisores relacionados con el estado de ánimo, como la serotonina y la dopamina.2 Por ello, es común que muchas mujeres experimenten:

  • Irritabilidad: uno de los síntomas más frecuentes que aparece hasta en un 70% de las mujeres con menopausia. Se manifiesta como tensión constante, sensibilidad, hostilidad o frustración.1
  • Autoestima: los estereotipos negativos en torno a la menopausia repercuten en la autoestima. Las mujeres con una baja autoestima manifiestan más síntomas relacionados con el climaterio, y ello influye de gran manera en el deterioro de la imagen y en la forma de ver la vida.1
  • Ansiedad y nerviosismo: muchas mujeres en la etapa de mediana edad experimentan síntomas de ansiedad. Se estima que hasta un 51% de las mujeres entre 40 y 55 años reportan haber sentido tensión, nerviosismo o irritabilidad en las últimas dos semanas o en el presente. Además, un 25% de ellas menciona sentir irritabilidad o nerviosismo con frecuencia. Las mujeres en la perimenopausia tienen un mayor riesgo de sufrir estos síntomas en comparación con las mujeres que aún no han llegado a esta etapa.3
  • Depresión: las mujeres tienen un mayor riesgo de sufrir depresión en comparación con los hombres, y este riesgo aumenta con la edad. Suelen presentar síntomas como estado de ánimo bajo, falta de motivación, pérdida de interés o placer y problemas de sueño, lo que puede afectar seriamente su calidad de vida.2
  • Funciones mentales: durante la transición a la menopausia, muchas mujeres reportan problemas de memoria, como dificultad para recordar palabras, olvidos y una sensación de “niebla mental”. Esto sugiere que los cambios hormonales relacionados con la menopausia podrían ser responsables de estas alteraciones en la cognición.4

Factores de estrés durante la menopausia

Diversos aspectos pueden influir en el estrés durante esta etapa, tales como:

  • Factores biológicos: síntomas vasomotores, alteraciones del sueño y ganancia de peso.1-4
  • Percepción del envejecimiento: la menopausia marca un cambio que algunas mujeres asocian con la pérdida de juventud, lo que puede impactar en su autoestima.1
  • Problemas de pareja: todo el conjunto de síntomas derivados de la depresión como la disminución del deseo sexual o libido, la sequedad vaginal, pueden incidir negativamente en el ámbito sexo-afectivo, provocando distanciamiento, negatividad y rechazo por parte de la pareja.1
  • Presiones laborales y personales: los cambios de ánimo en las mujeres menopáusicas pueden estar relacionados con la falta de apoyo social, baja autoestima, desempleo y enfrentar múltiples fuentes de estrés.2

Estrategias para gestionar el estrés y los cambios psíquicos

El manejo del estrés y los síntomas emocionales de la menopausia es posible mediante una combinación de cambios en el estilo de vida, apoyo social y, en algunos casos, intervención médica. Aquí algunas recomendaciones:1,5

  1. Actividad física: el ejercicio regular ayuda a reducir el cortisol y aumentar la producción de endorfinas, que mejoran el estado de ánimo y ayudan a mantener la salud general.
  2. Técnicas de relajación: la meditación, el yoga y la respiración profunda pueden ayudar a calmar la mente y reducir la respuesta al estrés.
  3. Dieta equilibrada: una alimentación variada rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables contribuye a mantener estables los niveles de energía y mejorar el bienestar emocional.
  4. Apoyo emocional: participar en grupos de apoyo o hablar con amigos y familiares puede proporcionar una red de apoyo fundamental.
  5. Consulta con un profesional de la salud: en casos de síntomas emocionales severos, un especialista puede recomendar terapia o tratamiento hormonal.
Existen diferentes estrategias para el manejo del estrés y problemas del estado de ánimo asociados a la menopausia.

Entender los cambios psíquicos que acompañan a la menopausia y cómo el estrés puede amplificar estos síntomas es crucial para el bienestar de las mujeres. Al implementar estrategias de autocuidado y buscar apoyo cuando sea necesario, es posible transitar esta etapa con mayor serenidad y equilibrio emocional.

Referencias:

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