La menopausia es una etapa natural en la vida de toda mujer, marcada por cambios hormonales que pueden afectar diferentes aspectos de la salud. Entre estos, la salud cardiovascular ocupa un lugar crucial, ya que la disminución de estrógenos puede influir en el riesgo de enfermedades del corazón. Durante esta transición, es común que aumenten factores como la presión arterial, el colesterol y la acumulación de grasa abdominal, los cuales pueden contribuir al desarrollo de afecciones cardiovasculares.1

En este artículo, exploramos la relación entre la menopausia y la salud del corazón, los cambios fisiológicos que ocurren en esta etapa y las estrategias para mantener un sistema cardiovascular saludable. Comprender cómo el cuerpo se adapta a esta transición es clave para adoptar medidas preventivas y garantizar una mejor calidad de vida a largo plazo.

Cambios cardiometabólicos en la menopausia

El estrógeno es clave para mantener los vasos sanguíneos saludables, ya que ayuda a producir óxido nítrico, una sustancia que los relaja y mejora la circulación. Este proceso se ve afectado cuando los niveles de estrógeno disminuyen durante la menopausia. Además, los estrógenos tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, por lo que su disminución genera más estrés oxidativo e inflamación, lo que puede dañar los vasos y aumentar el riesgo de enfermedades del corazón.1

Envejecimiento vascular

El envejecimiento vascular es el endurecimiento progresivo de las arterias y la pérdida de su capacidad para dilatarse. Con la llegada de la menopausia, el envejecimiento vascular se acelera, a diferencia de la pérdida gradual de función vascular que ocurre con la edad. Tanto el envejecimiento vascular como la disfunción endotelial aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares en la menopausia, favoreciendo el desarrollo de hipertensión y aterosclerosis.1,2 

Cambios en el perfil de grasas

Los cambios en el perfil lipídico de las mujeres comienzan alrededor de los años de la perimenopausia, con un aumento en el colesterol total (CT), el colesterol LDL y los triglicéridos. Esto demuestra que la transición a la menopausia está asociada con un perfil lipídico desfavorable. Se ha observado que el CT y el LDL aumentan en el año alrededor de la última menstruación, sin importar la edad en la que ocurra. Estos cambios están relacionados con la disfunción endotelial y el desarrollo de aterosclerosis. Además, el aumento del LDL durante la perimenopausia se ha vinculado con la formación de placas en los vasos sanguíneos después de la menopausia. Estos cambios son diferentes de los que ocurren de manera gradual con el envejecimiento normal.1

Resistencia a la insulina y síndrome metabólico

Con la llegada de la menopausia, aumenta la resistencia a la insulina, lo que puede predisponer a las mujeres de mediana edad a desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Aunque los cambios en la insulina y el azúcar en sangre están más relacionados con el envejecimiento que con la transición menopáusica en sí, la transición menopáusica se ha vinculado con un mayor riesgo de síndrome metabólico, el cual incluye resistencia a la insulina, acumulación de grasa abdominal y alteraciones en los lípidos. Estudios han demostrado que este síndrome progresa más rápido en los años previos y durante la perimenopausia, en comparación con la postmenopausia.2

Riesgo de enfermedad cardiovascular en la menopausia

Cambios fisiológicos de la menopausia pueden aumentar el riesgo de enfermedad cardiaca

Los cambios fisiológicos asociados con la transición menopáusica (incluyendo modificaciones en los niveles hormonales, la distribución de la grasa corporal, los niveles de lípidos y los marcadores de salud vascular) contribuyen en gran medida y probablemente aceleran la progresión de la aterosclerosis en las mujeres, que es una condición que se caracteriza por la deposición de grasas en las arterias.3

La edad en el comienzo de la menopausia también puede ser un factor importante pues algunos estudios sugieren que una menopausia temprana (antes de los 45 años) tienen un riesgo significativamente mayor de enfermedad de las arterias coronaria (vasos sanguíneos que nutren al corazón) y muerte por esta causa en comparación con mujeres cuya menopausia ocurrió a los 45 años o más.4

Aunque la menopausia no se asocia directamente con aumentos en la presión arterial, la insulina o la glucosa, sí se ha relacionado con un mayor riesgo de síndrome metabólico, especialmente en la perimenopausia. Factores de riesgo asociados a la menopausia como lo son el envejecimiento vascular, cambios en el perfil de lípidos pueden estar implicados en el aumento del riesgo en esta transición. Estudios de imágenes vasculares han demostrado que la menopausia también está vinculada con un aumento en la aterosclerosis carotídea y en la rigidez arterial, lo que indica un impacto negativo en la salud cardiovascular más allá del envejecimiento normal.1,4

Estrategias para la reducción del riesgo cardiovascular en la menopausia

Un estilo de vida saludable en la menopausia reduce el riesgo cardiovascular

Cambios en el estilo de vida

Las recomendaciones actuales para prevenir enfermedades cardiovasculares (ECV) destacan la importancia de un estilo de vida saludable, que incluye no fumar, mantener un peso adecuado, hacer ejercicio regularmente, llevar una dieta equilibrada y dormir lo suficiente. Estudios han demostrado que en mujeres mayores de 30 años, estos hábitos reducen el riesgo de ECV y mortalidad cardiovascular. Una dieta occidental rica en lácteos, bebidas azucaradas y carne roja se asocia con mayor engrosamiento de las arterias en comparación con una dieta basada en frutas, verduras y leguminosas. La combinación de dieta y ejercicio puede ralentizar la aterosclerosis y mejorar la salud vascular en la postmenopausia.3

Terapia hormonal en la menopausia

La terapia hormonal en la menopausia (THM) es el tratamiento más eficaz para aliviar los bochornos y sudores nocturnos moderados o severos, mejorando el sueño y la calidad de vida.3

Se recomienda el uso de THM en mujeres que han pasado recientemente por la menopausia y cumplen con los criterios adecuados. La evidencia sugiere que la THM ofrece beneficios cardiovasculares cuando se inicia dentro de los primeros 10 años del inicio de la menopausia. Además, ayuda a reducir el riesgo de diabetes, mejora la resistencia a la insulina y protege contra la pérdida ósea, superando los posibles riesgos en la mayoría de los casos. Es importante que las mujeres en perimenopausia reciban asesoramiento personalizado sobre la THM y sus opciones de tratamiento, especialmente si presentan bochornos y otros síntomas molestos.4

Conclusiones

La menopausia es una etapa de cambios importantes en la salud de las mujeres, especialmente en el ámbito cardiovascular. La disminución de estrógenos influye en el riesgo de enfermedades del corazón al afectar la función de los vasos sanguíneos, la distribución de grasa corporal y el perfil de lípidos. Factores como el envejecimiento vascular, la resistencia a la insulina y el síndrome metabólico pueden contribuir al desarrollo de hipertensión, aterosclerosis y otras afecciones cardiovasculares.

Sin embargo, existen estrategias efectivas para reducir estos riesgos. Adoptar un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación equilibrada, ejercicio regular, control del peso y evitar el tabaquismo, puede tener un impacto positivo en la salud del corazón. Además, la THM puede ofrecer beneficios, especialmente si se inicia en los primeros años tras la menopausia y bajo supervisión médica.

Es fundamental que las mujeres en esta etapa reciban información y orientación personalizada para tomar decisiones informadas sobre su salud. La prevención y el manejo adecuado de los factores de riesgo pueden ayudar a mantener un corazón sano y mejorar la calidad de vida en la menopausia y más allá.

Referencias

  1. Nair AR, Pillai AJ, Nair N. Cardiovascular Changes in Menopause. Curr Cardiol Rev 2021;17(4):e230421187681.
  2. Uddenberg ER, Safwan N, Saadedine M, Hurtado MD, Faubion SS, Shufelt CL. Menopause transition and cardiovascular disease risk. Maturitas 2024;185:107974.
  3. Mehta JM, Manson JE. The menopausal transition period and cardiovascular risk. Nat Rev Cardiol 2024;21(3):203-211.
  4. El Khoudary SR, Aggarwal B, Beckie TM, Hodis HN, Johnson AE, Langer RD, Limacher MC, Manson JE, Stefanick ML, Allison MA; American Heart Association Prevention Science Committee of the Council on Epidemiology and Prevention; and Council on Cardiovascular and Stroke Nursing. Menopause Transition and Cardiovascular Disease Risk: Implications for Timing of Early Prevention: A Scientific Statement From the American Heart Association. Circulation 2020;142(25):e506-e532.